
Tokenización geoespacial consiste en desglosar datos espaciales complejos, como coordenadas, imágenes de satélite y mapas, en partes más pequeñas y utilizables para el análisis. A diferencia de la tokenización de texto en la PNL, este proceso gestiona las relaciones espaciales, los conjuntos de datos masivos y los formatos variados, como los datos o las imágenes del GPS. Los métodos tradicionales se quedan cortos debido a los desafíos únicos de los datos geoespaciales, como las dependencias espaciales y las diferencias de escala.
Los algoritmos personalizados están cambiando la forma en que las empresas y los investigadores procesan los datos de ubicación, haciendo que el análisis espacial sea más eficiente y práctico en todos los sectores.
La tokenización geoespacial requiere métodos especializados que van más allá del procesamiento de texto estándar para preservar las relaciones espaciales únicas inherentes a los datos geográficos. Estas técnicas garantizan que el contexto espacial y las conexiones permanezcan intactos, lo cual es fundamental para un análisis geoespacial significativo.
La tokenización con reconocimiento espacial integra las relaciones espaciales directamente en algoritmos diseñados para datos geográficos. A diferencia de los métodos tradicionales que tratan los puntos de datos como independientes, estos algoritmos consideran cómo la proximidad geográfica influye en los puntos de datos. El objetivo es mantener la conexión entre las ubicaciones vecinas en las representaciones de baja dimensión resultantes.
Toma PCA espacial, por ejemplo. Este método, presentado en Nature Communications en 2022, se utiliza en transcriptómica espacial para extraer representaciones de baja dimensión y, al mismo tiempo, preservar tanto las señales biológicas como las correlaciones espaciales. Este enfoque ha sido fundamental para identificar patrones moleculares e inmunológicos en entornos tumorales.
Otro ejemplo es ToSA (fusión de tokens con Spatial Awareness), introducido en 2025. ToSA utiliza datos de profundidad de las entradas RGB-D para mejorar la fusión de tokens en Vision Transformers. Al generar fichas pseudoespaciales a partir de imágenes de profundidad, combina señales semánticas y espaciales para lograr estrategias de fusión más eficaces.
Estas técnicas de reconocimiento espacial también son muy eficaces para modelar las relaciones espacio-temporales. Por ejemplo, ST Graphrl aprende las representaciones gráficas espacio-temporales, capturando cómo evolucionan los fenómenos geográficos con el tiempo y, al mismo tiempo, mantiene la coherencia espacial.
Basándose en estos métodos con reconocimiento espacial, las representaciones vectoriales ofrecen una forma poderosa de traducir los datos geoespaciales en formas matemáticas para su posterior análisis.
Las incrustaciones vectoriales transforman datos geoespaciales complejos, como imágenes de satélite, capas de SIG y texto basado en la ubicación, en espacios multidimensionales continuos. Estas incrustaciones permiten a los algoritmos procesar los datos de manera eficiente, agrupando entidades similares más juntas para preservar las relaciones inherentes.
Esta compresión de datos complejos en formatos vectoriales compactos es crucial para manejar información geoespacial a gran escala. Empresas como Sensat, que gestionan terabytes de datos geoespaciales, dependen en gran medida de estas técnicas para racionalizar sus operaciones.
«¿Qué pasaría si pudieras consultar el mundo tan fácilmente como buscas en Internet?» — Jeque Fakhar Khalid
Un buen ejemplo es el de diciembre de 2024, cuando Sensat desafió a Josh, un recién graduado de la UCL, a crear un motor de búsqueda de imágenes con tecnología de incrustación vectorial en solo tres semanas. Josh usó IA abiertadel modelo CLIP, ajustado con precisión a imágenes a pie de calle, para transformar los datos sin procesar del Sistema de Cartografía Móvil (MMS) en incrustaciones vectoriales ricas en semánticamente. Esto le permitió agrupar automáticamente imágenes de puentes individuales. También probó Georsclip, un modelo diseñado para imágenes de teledetección, que demostró ser más preciso que otros modelos de lenguaje visual.
Estas incrustaciones van más allá de los sistemas SIG estáticos, que suelen tratar las entidades como puntos de datos aislados. En su lugar, crean conexiones significativas entre los elementos geográficos, lo que permite a los modelos de IA inferir el contexto y unificar diversos tipos de datos sin problemas.
«Las incrustaciones son la piedra angular de la próxima generación de innovación geoespacial... Imagínese que las partes interesadas se pregunten: «¿Cuál es el mejor lugar para construir?» y recibir respuestas que unifiquen los datos espaciales, contextuales y predictivos». — Sensat
Si bien las incrustaciones vectoriales ofrecen relaciones semánticas sólidas, la extracción de información geográfica precisa a menudo requiere técnicas avanzadas de geocodificación y NER.
El reconocimiento de entidades nombradas (NER) y la geocodificación son esenciales para extraer la información de ubicación del texto y convertirla en coordenadas geográficas procesables. El NER identifica y clasifica entidades como las entidades geopolíticas (GPE) y las ubicaciones (LOC), mientras que la geocodificación traduce los nombres o direcciones en coordenadas de latitud y longitud.
Los modelos NER estándar a menudo necesitan refinarse para las aplicaciones geoespaciales. Por ejemplo, es posible que sea necesario limpiar las salidas para eliminar las entidades irrelevantes, como las que están en minúsculas o que contienen caracteres no alfabéticos.
En un estudio, los investigadores utilizaron 500 artículos del COVID-19 Open Research Dataset Challenge (CORD-19) para demostrar estas técnicas. Extrajeron los datos de ubicación utilizando Espacio Y en Python, refinó los resultados con Pandas y visualizó la distribución geográfica de los temas de investigación sobre la COVID-19 utilizando ArcGIS En línea.
La precisión de la geocodificación también exige una verificación cuidadosa. Por ejemplo, la geocodificación de 100 direcciones con ArcGIS Online consume 4 créditos, por lo que la eficiencia es fundamental para los proyectos a gran escala. La verificación suele implicar trazar los resultados en los mapas y compararlos con ubicaciones conocidas para garantizar la precisión.
Los avances modernos han mejorado estos procesos de manera significativa. ArcGIS, por ejemplo, emplea modelos de PNL basados en Transformer para el reconocimiento de entidades. Estas redes neuronales proporcionan una comprensión contextual más profunda y superan a los métodos estadísticos más antiguos a la hora de gestionar la complejidad y la ambigüedad de las referencias geográficas.
Los tokenizadores de PNL de uso general están diseñados para dividir el texto en palabras, subpalabras o caracteres, pero a menudo tienen problemas con las complejidades específicas de un dominio. Estos sistemas suelen carecer de la flexibilidad necesaria para gestionar las variaciones en los datos de entrada, lo que limita su eficacia analítica. Sean Falconer de Skyflow resalta este problema:
«La mayoría de los sistemas de tokenización tradicionales no tienen en cuenta los tipos de datos de entrada, lo que limita gravemente el soporte para el análisis. Además, la falta de contexto en torno a la entrada de datos confidenciales impide que la mayoría de los sistemas de tokenización gestionen de forma segura el proceso de destokenización».
Esta brecha ha llevado al desarrollo de enfoques más especializados. Por ejemplo, los tokenizadores geoespaciales abordan estos desafíos incorporando contextos lingüísticos y espaciales. Un ejemplo notable es GeoReasoner, que codifica la información espacial, como la dirección y la distancia, en incrustaciones tratando estos atributos como pseudooraciones. Emplea un módulo de incrustación de coordenadas geográficas con capas de incrustación de posiciones sinusoidales, preservando las relaciones direccionales y las distancias relativas. Gracias a este diseño, GeoReasoner supera los métodos actuales de última generación en tareas como el reconocimiento de topónimos, la vinculación de topónimos y la escritura de geoentidades. Su éxito se debe a su capacidad para combinar datos geoespaciales de bases de datos geográficas con detalles lingüísticos que se encuentran en línea.
La eficiencia de los tokenizadores geoespaciales especializados se hace especialmente evidente en aplicaciones a gran escala. Por ejemplo, una unión SQL tradicional puede requerir comparar cada punto con cada polígono en un conjunto de datos, lo que resulta en unos 100 000 millones de comparaciones cuando se trata de 1 millón de puntos de clientes y 100 000 polígonos de territorio. Sin embargo, los índices espaciales que utilizan los tokenizadores geoespaciales reducen esta carga de trabajo de forma espectacular, al reducir el enfoque a solo entre 5 y 10 polígonos relevantes.
Este enfoque simplificado tiene un valor incalculable, especialmente si se tiene en cuenta que los científicos de datos y los analistas de SIG suelen dedicar hasta el 90% de su tiempo a limpiar los datos incluso antes de que puedan comenzar a analizarlos. Al gestionar eficazmente los datos espaciales desde el principio, los tokenizadores geoespaciales especializados ayudan a minimizar este lento paso de preprocesamiento.
En última instancia, la elección entre tokenizadores de uso general y especializados depende de tus necesidades específicas. Los tokenizadores de uso general funcionan bien para las tareas de procesamiento de texto estándar, pero para las aplicaciones que incluyen datos de ubicación, coordenadas o tareas que exigen una comprensión profunda de las relaciones espaciales, los tokenizadores geoespaciales especializados ofrecen ventajas claras en términos de precisión, eficiencia y profundidad contextual.
Plataformas modernas como prompts.ai ya están haciendo uso de estos avances, lo que permite un mejor manejo de conjuntos de datos espaciales complejos. Al rastrear el uso de varios tipos de datos, incluida la información geoespacial, dentro de un marco de pago por uso, estas plataformas ayudan a las organizaciones a gestionar los costos de tokenización y, al mismo tiempo, a mantener la precisión necesaria para aplicaciones geográficas sólidas.
Los algoritmos personalizados para la tokenización geoespacial están revolucionando la forma en que se procesan los datos de ubicación, lo que los hace más efectivos para el análisis y la toma de decisiones en varios sectores.
Los planificadores urbanos confían en la tokenización geoespacial para mejorar el desarrollo de la ciudad. Al analizar los datos de las imágenes de satélite, las fotografías aéreas y los sensores a nivel del suelo, pueden tomar decisiones más inteligentes sobre la infraestructura y el crecimiento urbano.
Toma Autoridad de Transporte Terrestre de Singapur (ALTA), por ejemplo. Han aprovechado los sistemas basados en el SIG para estudiar los patrones de tráfico, ajustar la temporización de las señales e implementar sistemas de tráfico inteligentes. Con herramientas como la monitorización en tiempo real y la tarificación electrónica de las carreteras, han reducido considerablemente la congestión y mejorado el flujo de tráfico.
En los EE. UU., Agencia de Planificación y Desarrollo de Boston (BP&D) utiliza herramientas de mapeo para involucrar a los residentes en la planificación urbana. Estas herramientas permiten a las personas explorar los cambios de zonificación, revisar los desarrollos propuestos y proporcionar comentarios. Este tipo de enfoque participativo promueve la transparencia y fomenta la participación pública.
La integración de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático con la tokenización geoespacial permite crear modelos predictivos que ayudan a optimizar la infraestructura urbana y planificar el desarrollo futuro.
«La cartografía con SIG revoluciona el desarrollo de infraestructuras y la planificación urbana al ofrecer datos e información exhaustivos que ayudan a crear sociedades más resilientes, eficientes y sostenibles».
Además, los dispositivos de IoT combinados con las plataformas de SIG permiten la gestión urbana en tiempo real, abordando problemas como los atascos de tráfico y la contaminación del aire a medida que se producen.
Los científicos ambientales y los grupos conservacionistas están aprovechando la tokenización geoespacial para monitorear las tendencias climáticas, administrar los recursos naturales y evaluar la salud de los ecosistemas. Estas herramientas procesan grandes cantidades de datos ambientales y los convierten en información útil.
Un gran ejemplo es The Nature Conservancy (TNC), que utiliza tecnologías geoespaciales para promover sus objetivos de conservación. Para 2030, TNC tiene como objetivo proteger el 30% de las tierras y aguas del mundo, movilizar a mil millones de defensores del clima y respaldar 100 proyectos de conservación liderados por la comunidad. Tecnologías como las imágenes satelitales y los drones desempeñan un papel clave en estos esfuerzos.
Teal Wyckoff, directora asociada de los Servicios Geoespaciales de TNC, destaca la importancia de estas herramientas:
«Las tecnologías geoespaciales permiten la identificación y el monitoreo de ecosistemas críticos, como los bosques de manglares, no solo para mapear sus ubicaciones, sino también para evaluar su salud y su capacidad de almacenamiento de carbono».
La necesidad de un monitoreo ambiental es urgente. Pensemos en estas alarmantes estadísticas: la biomasa de los mamíferos silvestres se ha reducido en un 85% desde que los humanos se hicieron dominantes, la deforestación se lleva 10 millones de hectáreas al año y las poblaciones de especies marinas se han reducido a la mitad en los últimos 40 años.
Duke Energy ofrece otro argumento convincente. Durante el huracán Ian, utilizaron datos geoespaciales para identificar las subestaciones críticas y priorizar las respuestas, lo que permitió restablecer el suministro eléctrico a más de 1 millón de clientes en cuestión de días. También utilizan estas tecnologías para gestionar riesgos como la invasión de la vegetación en las líneas eléctricas, lo que ayuda a prevenir cortes y reducir las amenazas de incendios forestales.
Amy Barron, gerente de operaciones de red eléctrica de Duke Energy, explica:
«El poder de los datos geoespaciales en la administración de servicios públicos radica no solo en su capacidad para mapear los activos, sino también en su capacidad para informar la toma de decisiones en varios aspectos operativos. Desde la planificación de la infraestructura hasta la respuesta ante emergencias y la seguridad de los trabajadores, los datos geoespaciales se han convertido en una herramienta indispensable en el conjunto de herramientas de nuestro sector».
Estos ejemplos destacan la creciente demanda de plataformas de IA que simplifiquen la tokenización geoespacial, haciéndola más accesible e impactante.
Las plataformas de IA están ampliando el alcance de la tokenización geoespacial, lo que hace que sea más fácil y rentable para las organizaciones aprovechar su poder. Se espera que el mercado de inteligencia artificial para el análisis geoespacial alcance los 172 millones de dólares en 2026, lo que subraya su creciente importancia en todos los sectores.
Una plataforma destacada es prompts.ai, que combina la tokenización geoespacial con un modelo financiero de pago por uso. Esta configuración permite a las organizaciones procesar los datos espaciales de manera eficiente y, al mismo tiempo, mantener los costos bajo control. Sus flujos de trabajo de IA multimodales y sus herramientas de colaboración permiten a los equipos gestionar conjuntos de datos complejos sin necesidad de contar con una amplia experiencia técnica.
Las industrias que se benefician de la tokenización geoespacial impulsada por la IA incluyen:
Esta tecnología también permite a las empresas obtener información sobre los clientes mediante un análisis basado en la ubicación, que respalda las estrategias de marketing específicas.
Al democratizar el acceso a las herramientas geoespaciales, estas plataformas permiten a los equipos y socios utilizarlas de forma eficaz, incluso sin conocimientos especializados.
Un experto del sector lo resume perfectamente:
«Los datos geográficos nos permiten comprender no solo lo que está sucediendo, sino también dónde y por qué sucede».
A medida que los desafíos se vuelven más complejos, la capacidad de combinar el contexto geográfico con el análisis avanzado se vuelve esencial. Los algoritmos personalizados de tokenización geoespacial son la base de este cambio, ya que permiten tomar decisiones más inteligentes en una amplia gama de aplicaciones.
La tokenización geoespacial avanza a un ritmo rápido, impulsada por el progreso tecnológico y la creciente demanda del mercado. Varias tendencias están configurando su futuro, mientras que los desafíos sin resolver presentan oportunidades para una mayor exploración e innovación.
Una de las novedades más interesantes es Integración de datos multimodales, que combina varios tipos de datos, como imágenes de satélite, salidas de sensores, descripciones de texto y fuentes en tiempo real, para crear modelos espaciales más detallados y precisos. Un ejemplo sobresaliente es TerraMind, un modelo para la observación de la Tierra basado en más de 500 mil millones de fichas. Ha establecido nuevos puntos de referencia para el rendimiento en plataformas como PANGAEA.
Norman Barker, vicepresidente de Geospatial de Azulejo DB, destaca la importancia de este enfoque:
«Integrar y vincular estos conjuntos de datos es la clave para obtener información valiosa que conduzca a una mejor toma de decisiones. El procesamiento rápido de múltiples fuentes de datos es la clave para lograr esta riqueza de información integrada que respalde una toma de decisiones más informada».
Otra tendencia clave es Capacidades de procesamiento en tiempo real, que están mejorando gracias a la computación periférica y el aprendizaje federado. Estas tecnologías permiten analizar rápidamente la transmisión de datos geoespaciales, lo cual es crucial para aplicaciones como la gestión de desastres y el control del tráfico.
Integración de blockchain también está remodelando el campo, permitiendo el intercambio seguro y descentralizado de datos geoespaciales y facilitando la tokenización de los activos para aumentar la liquidez del mercado. En marzo de 2025, Intercambio de bienes raíces (REX) lanzó una plataforma totalmente regulada para bienes inmuebles tokenizados en la cadena de bloques Polygon en colaboración con Texture Capital. Esta plataforma permite a los inversores comprar, vender y gestionar inversiones inmobiliarias fraccionadas.
Boris Spremo, director de servicios empresariales y financieros de Polygon Labs, explica:
«El lanzamiento fue un momento crucial para los bienes raíces tokenizados porque aborda una brecha crítica en el mercado: la liquidez. Al crear un centro de negociación regulado y en cadena para inversiones inmobiliarias fraccionadas, hemos podido fraccionar una de las clases de activos más grandes y menos líquidas del mundo y convertirla en un mercado más accesible y negociable».
Por último, Interoperabilidad multiplataforma se está volviendo esencial, conectar los sistemas blockchain para crear un ecosistema de tokenización más unificado. A pesar de estos avances, siguen existiendo desafíos importantes.
Si bien estas tendencias son prometedoras, hay varias áreas críticas que requieren más atención:
La demanda de innovación en este espacio es clara. Por ejemplo, la corrupción agraria le cuesta a la economía mundial aproximadamente 1,5 billones de dólares al año, y en los Estados Unidos no se recaudan más de 10 000 millones de dólares en impuestos a la propiedad cada año. Los sistemas mejorados de tokenización geoespacial podrían abordar estas ineficiencias.
El desarrollo de plataformas capaces de almacenar y analizar de manera eficiente diversos tipos de datos geoespaciales sigue siendo una de las principales prioridades. Boris Spremo señala:
«Estos elementos ya están en marcha y 2025 será un año crucial para ampliar la adopción».
La convergencia de la IA, la cadena de bloques y las tecnologías geoespaciales está abriendo nuevas posibilidades en áreas como la planificación urbana y el monitoreo ambiental. Las organizaciones que aborden estas brechas de investigación estarán bien posicionadas para dar forma al futuro de la tokenización geoespacial.
Los algoritmos personalizados para la tokenización geoespacial están demostrando ser un punto de inflexión a la hora de abordar los obstáculos únicos del procesamiento de datos espaciales. La investigación destaca cómo los métodos tradicionales de tokenización luchan contra la naturaleza intrincada y multidimensional de los datos geoespaciales, y subraya la necesidad de enfoques especializados para permitir un análisis significativo y aplicaciones prácticas.
Las técnicas de aprendizaje automático han estado a la altura del desafío, superando a los métodos basados en reglas en precisión, eficiencia y profundidad analítica. Por ejemplo, los modelos de CNN han demostrado que hasta Varianza de datos del 41% junto a un Aumento del rendimiento del 40% en comparación con otros modelos. Estos avances ya están teniendo un impacto en varios sectores, desde las compañías de energía que garantizan la seguridad de los oleoductos hasta las organizaciones de atención médica que monitorean las tendencias de infección durante la pandemia de la COVID-19.
Uno de los resultados más interesantes de esta investigación es la creciente accesibilidad del análisis geoespacial. Los modelos lingüísticos de gran tamaño ahora cierran la brecha entre las consultas en lenguaje natural y las operaciones geoespaciales ejecutables, lo que permite a los usuarios no expertos realizar análisis espaciales complejos. Este cambio transforma la tecnología geoespacial, que ha pasado de ser una herramienta específica a convertirse en un recurso ampliamente accesible que puede beneficiar a innumerables industrias.
Como Esri Lo expresa acertadamente:
«GeoAI está transformando la velocidad a la que extraemos el significado de conjuntos de datos complejos, lo que nos ayuda a abordar los desafíos más apremiantes de la Tierra».
Esta declaración subraya la importancia de la tokenización personalizada para ofrecer información procesable más rápida. El poder predictivo de estos métodos ya está beneficiando a una amplia gama de partes interesadas. Los responsables políticos pueden planificar desarrollos urbanos más inteligentes, mientras que los proveedores de telecomunicaciones optimizan la cobertura de la red, todo gracias a algoritmos personalizados de tokenización geoespacial que respaldan la toma de decisiones basada en datos.
De cara al futuro, la integración de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la computación en la nube sigue ampliando los límites del procesamiento geoespacial. La reducción de los tokens, en particular, se está convirtiendo en un principio clave de diseño, ya que mejora la solidez y la capacidad de interpretación de los modelos generativos. Las organizaciones que adopten estos algoritmos y, al mismo tiempo, aborden los problemas de privacidad mediante la anonimización y el cumplimiento normativo estarán en mejores condiciones para aprovechar al máximo el potencial de las tecnologías de tokenización geoespacial.
Estos algoritmos personalizados son más que simples herramientas técnicas: son indispensables para resolver desafíos espaciales críticos y hacer que el análisis geoespacial avanzado sea accesible a un público más amplio, al tiempo que allanan el camino para innovaciones revolucionarias en el campo.
Los algoritmos personalizados aportan un enfoque personalizado a la tokenización geoespacial, centrándose específicamente en los datos espaciales y geográficos. A diferencia de los métodos universales, estos algoritmos se integran semántica espacial y elementos distintos, como los puntos de interés (POI), lo que hace que la interpretación y la generalización de la información geográfica sean mucho más eficaces. ¿El resultado? Procesamiento de datos más nítido y precisión del modelo notablemente mejor.
Al minimizar los errores en la comprensión de los términos especializados y los matices espaciales, estos tokenizadores personalizados también aumentan el rendimiento de los modelos de aprendizaje automático. Las técnicas basadas en el aprendizaje automático, en particular, suelen eclipsar a los métodos tradicionales basados en reglas al ofrecer una mayor eficiencia y ofrecer información más profunda. Esta combinación no solo ahorra tiempo, sino que también aborda desafíos geoespaciales complejos y, al mismo tiempo, produce resultados más confiables.
La tokenización geoespacial cambia las reglas del juego para la planificación urbana y el monitoreo ambiental, ya que ofrece herramientas para analizar los datos espaciales con una precisión milimétrica. Puede identificar las islas de calor urbanas, trazar cómo se propagan los contaminantes, evaluar la distribución de los espacios verdes y monitorear la salud de la vegetación. Estos conocimientos son invaluables para crear ciudades que no solo sean más habitables sino que también estén mejor equipadas para hacer frente a los desafíos ambientales.
En el ámbito del monitoreo ambiental, la tokenización geoespacial lleva las cosas un paso más allá. Permite realizar evaluaciones de impacto detalladas al modelar y predecir cómo los proyectos de desarrollo podrían afectar el medio ambiente. Con esta información, los responsables de la toma de decisiones pueden actuar pronto para reducir el daño ambiental y orientar los esfuerzos hacia un crecimiento sostenible.
La tokenización geoespacial combina el poder de I.A. y blockchain para transformar la forma en que se analizan y aplican los datos en los procesos de toma de decisiones. La cadena de bloques desempeña un papel crucial al permitir un intercambio de datos seguro, descentralizado y a prueba de manipulaciones, lo que genera confianza y transparencia entre todas las partes involucradas. Esto es particularmente crucial cuando se trata de datos geoespaciales sensibles o información relacionada con preocupaciones ambientales.
Al mismo tiempo, I.A. se destaca en el procesamiento de conjuntos de datos geoespaciales vastos y complejos en tiempo real. Esta capacidad permite obtener información útil en áreas como el desarrollo urbano, el monitoreo ambiental y la gestión de desastres. En conjunto, estas tecnologías crean un marco para tomar decisiones más inteligentes y rápidas, abordando algunos de los desafíos más apremiantes a los que nos enfrentamos en la actualidad.

